Mudos — Un homenaje que dio voz al silencio


Por Willy Lazo Álvarez

Ganador del Concurso de Microcuentos del Club Ribeyro


 El microcuento ganador:


Mudos


Roberto había llegado temprano.

—¿Traerá los merengues? —preguntó Adelinda.

—Seguro —dijo Matías, sin apartar la vista del camino.

Bernardo encendió un cigarrillo y miró al cielo.

—¿Y si no nos reconoce? —murmuró Perico.

Nadie respondió.


La expectación y el alboroto crecían. Muchos estaban reunidos.

Era un cuatro de diciembre.


Nota del autor


"Mudos" fue elegido como el microcuento ganador del concurso organizado por el Club Ribeyro.

Lo escribí pensando en ese cuatro de diciembre, día en que recordamos a Julio Ramón Ribeyro.

Imaginé a sus personajes —los que alguna vez tuvieron voz gracias a él— reuniéndose para esperarlo.

El título nace de esa idea: los mudos, la gente sencilla a la que Ribeyro supo escuchar, los que sin él volverían al silencio.

Este pequeño texto es solo un intento de hacerlos hablar otra vez.


Un cuento que continúa la voz de Ribeyro


En "Mudos", los personajes del universo ribeyriano regresan. No hay un encuentro milagroso ni un regreso del autor: solo la espera.

Hablan poco, pero en su silencio se escucha todo.

La historia se detiene antes de la llegada, porque lo esencial no es que Ribeyro vuelva, sino que aún lo esperan.


El título es un símbolo doble:

Mudos, porque los personajes están sin su autor, suspendidos en la memoria.

Mudos, porque Ribeyro fue la voz de aquellos que el mundo no solía escuchar.

El cuento no dice que él llega, y justamente ahí reside su belleza. En el silencio, Ribeyro sigue estando.


Voces de los lectores


Lucía Salazar – Lima, Perú

“Mudos es un homenaje silencioso y perfecto. Los personajes de Ribeyro se reúnen, pero lo que realmente se encuentra es su ausencia. Ese vacío dice más que cualquier llegada.”


Jorge Arévalo – Trujillo, Perú

“Leí Mudos y sentí que estaba otra vez en los cuentos de Ribeyro. Esa espera, ese tono sencillo, esa humanidad… como si él siguiera escribiendo desde algún rincón del Barrios Altos.”


Ana Teresa Ponce – Buenos Aires, Argentina

“El cuento es una lección de contención narrativa. En solo unas líneas, reconstruye un universo entero. Mudos confirma que el mejor homenaje a Ribeyro no es imitarlo, sino extender su silencio.”


Daniel Gómez – Arequipa, Perú

“Nunca había leído algo tan corto que me dejara pensando tanto. No hace falta que Ribeyro llegue: con la espera basta. Qué forma tan bonita de recordarlo.”


Carolina Méndez – Ciudad de México, México

“Me conmovió el gesto de Mudos. Es como si los personajes se quedaran esperándolo cada año, fieles, en ese cuatro de diciembre, que ya es parte de nuestra literatura.”


Epílogo


"Mudos" recuerda el lugar que Ribeyro les dio a los otros: a los personajes anónimos, modestos, frágiles, que en sus páginas encontraron una forma de existir.


Cada cuatro de diciembre, al evocarlo, uno puede imaginar que esos personajes siguen ahí, reunidos en silencio, esperando. No por nostalgia, sino por gratitud. Porque saben que sin él volverían a ser invisibles.


El cuento parte de esa idea: la literatura como un espacio donde los que no tienen voz pueden, por un instante, ser escuchados. Ribeyro lo entendió mejor que nadie, y por eso su ausencia nunca es completa.


En ese espacio —callado, breve, profundo— Ribeyro sigue hablando a través de sus “mudos”.


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"Mudos" - Un microcuento para Ribeyro