Envidian a Luder porque una o dos veces al mes se amanece conversando con un amigo muy inteligente. 


—¡Debe ser una conversación apasionante! 


—Ni crean. Como ignoramos más de lo que sabemos, lo único que hacemos es canjear fragmentos de nuestra propia tiniebla interior. 

Tiniebla interior. - Dichos de Luder