La historia de un niño de diez años, que jugaba en las azoteas, ahí
había acumulado todo lo que no servía, como un buen reciclador, gobernaba su reino de objetos destruidos.
POR LAS AZOTEAS
Es la historia de un niño de diez años, que jugaba en las azoteas, ahí había acumulado todo lo que no servía, como un buen reciclador, hacía sus colecciones.
Tenía libertad para hacer cualquier cosa. Él era el rey, de nada estaba prohibido, podía pintar bigotes en la cara de su abuelo, calzar las viejas botas de sus padres. Con su gran valentía iba saltando corredores, y siempre volvía victorioso trayendo consigo alguna cosa, y así Su reino se iba expandiendo por las demás azoteas de sus vecinos. La presencia momentánea de la empleada que tendía ropa, no lo intimidaban. Se sentía seguro.
TE PUEDE INTERESAR:
Pero había lugares que no había explorado, y despertó su codicia, siempre había llegado hasta los límites, y una gran palizada lo impedía seguir, pero un día decidido a explorar ese territorio, se fue arrastrando de techo en techo, hasta que llego a la palizada, ahí construyo una torre y se subió a lo alto. Y se vio descubierto por un hombre que estaba en la azotea, sentado en una perezosa, y con una barba de náufrago, el anciano al verlo lo hizo un gesto.
El niño regreso a su reino, y dado que en su mente le vino la idea, que aquel hombre que vendría a conquistar su reino, tal vez es un usurpador, decidió velar por varios días y estar de guardia.
Lee el cuento desde aquí:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario